Canal RSS

Lecturas favoritas del 2020

Si hubo algo poderoso que me trajo este año, fue la compañía de los libros. No me sentí sola en mi búnker pandémico porque siempre hubo un autor (con sus historias y sus personajes) a mi lado. Así que va mi lista súper ñoña, para regresar a estos favoritos después y para compartir lecturas con quien quiera hacerlo, porque eso también ha atenuado mi soledad. (La verdad, me animé a hacer esta lista porque me ha encantado ver cuáles fueron los consentidos de mis amigos lectores.)

Algunas notas: No todos los libros fueron editados este año. El orden del listado es según los fui leyendo, no del «menos bueno» al mejor. Finalmente, si el libro está en inglés pero hay una versión disponible en español, comparto el título y la editorial (les digo que soy una ñoña). Sin más… ahí van mis consentidos del 2020.

Sarah Moss, The Tidal Zone. Granta Books, 2016. (No disponible en español, aunque Sexto Piso edita otra novela suya, Muro fantasma.) Una novela sobre un padre cuya hija enferma de manera repentina. El protagonista se percata, con mucho dolor, de lo frágil que es la vida de sus hijas. Me fascinaron sus reflexiones y también cómo retrata con tanta fidelidad la rutina familiar.

Kevin Wilson, Nothing to See Here. Text Publishing, 2019. Le tengo un cariño especial a este libro porque me reenganchó con la lectura en mayo, cuando las letras nomás no me entraban. Es una historia muy extraña, pero también curiosamente tierna. Una chica es contactada por una amiga de la adolescencia, quien le pide que vaya a cuidar a sus hijastros por una buena suma de dinero. Resulta que hay una particularidad con los niños: se prenden en llamas a la menor provocación.

“The child was a girl, but the most important thing about her was that she was herself. She was someone new, someone who had not been before and so, like all babies, she was a revelation”.

Jazmín Barrera, Linea nigra. Almadía, 2020. He leído muchos libros sobre maternidad (cuentos, novelas, testimonios… no manuales) porque el tema me obsesiona y creo que faltan muchas cosas por decir. Pocos me han sacudido como éste, donde la autora describe con tanta franqueza y tanta poesía su embarazo y sus primeros días como madre.

“Está difícil no encariñarse con un ser del tamaño de un arándano que tiene un corazón, que es casi por completo un corazón que late fuerte”.

Rebecca Solnit, The Faraway Nearby. Penguin Books, 2013. Quien me conoce bien, sabe que tengo un crush literario muy fuerte con Solnit y éste ha sido de mis favoritos. Hay muchos temas que recorren este libro: el Alzheimer de su madre, su estancia en la Librería de Agua en Islandia, Frankenstein… Pero a grandes rasgos, es un libro sobre las historias y su poder para conectarnos. Y en un año como éste, es justo lo que necesitaba leer.

“In the strongest stories we see ourselves, connected to each other, woven into the pattern, see that we are ourselves stories, telling and being told”.

Sally Rooney, Normal People. Hogarth, 2019. (En español: Gente normal, Literatura Random House.) Los personajes de Rooney (tanto aquí como en Conversations With Friends) no son precisamente agradables. A veces me caen muy mal y hacen cosas muy estúpidas, y lastiman a gente que quieren… pero también siento compasión por ellos, porque están rotos. Y en este libro en particular, la química entre los personajes principales es tan fuerte que, a pesar de todos sus defectos, yo también me enamoré de ellos.

Carmen Maria Machado, In the Dream House. Graywolf Press, 2019. La colección de cuentos de Machado, Her Body and Other Parties (Su cuerpo y otras fiestas. Anagrama, 2019) me encantó, por su mezcla de terror y fantasía. En este libro autobiográfico, no hay fantasía pero sí mucho horror. La autora narra su relación con otra mujer, que empieza de forma idílica pero se va transformando conforme dicha pareja se vuelve abusiva. (P.D. Se me pegó “Voices Carry” de Til Tuesday por semanas. Rolón.)

Lesley Nneka Arimah, What It Means When A Man Falls From The Sky. Riverhead Books, 2018. Un libro de cuentos extraños, mágicos. Mi favorito fue “Who Will Greet You At Home”, sobre mujeres que fabrican bebés con el material que tienen a la mano: pelo humano, por ejemplo. Rarísimo pero muy hermoso.

Gabriela Wiener, Nueve lunas. Literatura Random House, 2009. Otro libro sobre maternidad que me encantó. En este caso, la periodista Gabriela Wiener escribe sobre su embarazo, inesperado, y esas nueve lunas, nueve meses, después de la noticia. También reflexiona sobre la relación que tiene con su madre, algo que, creo, es inevitable cuando tenemos hijos.

“La apariencia de un embrión no puede ser otra cosa que la marina. Su forma no es humana”.

Maggie O’Farrell, Hamnet. Knopf Publishing Group, 2020. Quizá mi favorito de todo el año, me conmovió hasta las entrañas. Narra la historia de la mujer de Shakespeare, Agnes, y de su hijo, el Hamnet del título, quien murió tras contraer la peste (es la hipótesis del libro, aunque en realidad la causa de su muerte es desconocida). Me sorprendió lo liberador que resultó leer sobre otra pandemia, sobre el duelo y la angustia de una madre. O’Farrell es una autora maravillosa y se la recomiendo a todo el mundo.

“Never take for granted that your children’s hearts beat, that they sup milk, that they draw breath, that they walk and speak and smile and argue and play. Never for a moment forget that they may be gone, snatched from you, in the blink of an eye, borne away from you like thistledown”.

Nadja Spiegelman, I’m Supposed to Protect You From All This. Riverhead Books, 2016. Al principio, lo fascinante es cómo describe su relación con su madre y la de ésta con su abuela, y cómo repetimos patrones a través de las generaciones. Pero lo más interesante viene más adelante, cuando la autora empieza a entrevistar a su abuela y se da cuenta de cómo sus historias son distintas a las que cuenta su madre. Los recuerdos, después de todo, son una cosa viva.

“The separations between fact and fiction are ones we create, and the better we control our fictions, the better we can control our reality”.

Annie Dillard, The Writing Life. HarperCollins, 2019. Una joya para cualquiera que escriba, y que llegó a mí en el momento justo. Me encanta lo aterrizado que es, cómo Dillard te invita a bajarle a las expectativas. Algunos consejos que me ayudaron: recordar que nadie necesita tu manuscrito; que los textos que valen la pena no se escriben rápido, toman su tiempo; que debemos escribir como si estuviéramos muriendo, pero también como si el texto fuera para un enfermo terminal.

Katixa Agirre, Las madres no. Editorial Tránsito, 2020. Una novela sobre una mujer embarazada, a punto de parir, y otra madre, que ha matado a sus gemelos. Sobra decir que es una historia bastante oscura, pero describe de forma muy honesta un lado oscuro de la maternidad (no sólo de la madre asesina, sino también de la narradora). También habla de la dificultad de escribir cuando se es madre de niños pequeños y definitivamente pude identificarme con eso.

Camila Sosa Villada, Las malas. Tusquets, 2019. Uf. Un libro tremendo, donde la autora escribe sobre sus experiencias como travesti en las calles de Córdoba, Argentina, y sobre la comunidad que la acogió. Es muy doloroso, pero la prosa es tan bella que uno no puede dejar de mirar.

“La noche era más dañina que cualquier otra cosa en ese entonces. Vivir de noche envejece, entristece. La noche es la puerta abierta al mundo donde todo es posible. Hay cosas que no pueden ocurrir a la luz del día”.

Tatiana Tîbuleac, El verano que mi madre tuvo los ojos verdes. Impedimenta, 2020. Al principio, me costó leer. El narrador me pareció repulsivo, su lenguaje era tosco, hablaba de su madre con muchísimo odio. Pero la transformación que se lleva a cabo ese verano, en medio de un campo de girasoles, es sumamente conmovedora. Un libro sobre el perdón, sobre todo. Perdonar para poder cerrar.

Acerca de Caro Jiménez San Pedro

Juego a ser escritora.

Deja un comentario